Se acabó el reinado de las larguras románticas y la raya en medio. Ahora, lo que se lleva es despejar la nuca y cubrir la frente, con cortos que van desde el garçon hasta la media melena. ¿Te atreves?
No valen las medias tintas. Lo que toca es elegir: corto o extralargo. La media melena con aura romántica que lucía la actriz Ali MacGraw en «Love Story», y que la tendencia recuperaba el año pasado, se alarga ahora hasta la cintura o se desfila por encima de la nuca.

«Es una tendencia todavía emergente, pero supone, casi de manera segura, un retorno al pelo corto. Sólo hay que echar un vistazo a las celebrities, que son las auténticas creadoras de tendencias: desde Natalie Portman hasta Sienna Miller, pasando por Keira Knightley, se cortan el pelo por exigencias del guión y descubren que están más guapas, ya que el cabello corto enfatiza la singularidad del rostro», reconoce Orlando Pita, peluquero y estilista de Studio Line, de L'Oréal Paris, y responsable, entre otros, de los looks de Madonna, Gwyneth Paltrow y Scarlett Johansson.
El pelo corto es símbolo de personalidad, de independencia, de liberación y, en ocasiones, de desacato. Ha sido y es la elección de las mujeres valientes.
UN CORTE DE ORÍGENES FEMINISTAS
El pelo corto o garçon (a lo chico) lleva implícita cierta reivindicación feminista ya desde sus comienzos. Su aparición, en los años veinte, está vinculada a la incorporación de la mujer al trabajo, un momento clave en la historia en el que se da prioridad a la comodidad sobre la belleza. La imagen masculinizada se convierte, entonces, en la enseña de la mujer moderna. Coco Chanel desde la moda, Louise Brooks desde el cine mudo, Colette desde las letras o Josephine Baker desde la escena del cabaré fueron sus precursoras. Independientes, emprendedoras y, por qué no, con un punto de atrevida insolencia. Ya en la década de los sesenta-setenta, el nombre ligado por excelencia al pelo corto es el de Vidal Sassoon, el famoso peluquero británico que consiguió romper con las melenas tradicionales a golpe de tijera. Fue el artífice de dos de los más evocados looks garçon: el de la actriz Mia Farrow en «La semilla del diablo», con el que lograba captar la imagen asustadiza de la protagonista y que supuso la presentación al mundo del corte bob o «de paje», y el de la modelo Twiggy, fruto de una arriesgada transformación tras dar al traste con su rubia y larga melena.
LA INSPIRACIÓN DE LAS FIRMAS DE PELUQUERÍA
Las principales firmas de peluquería proponen para el verano diferentes declinaciones del pelo corto. En todas, el corte es el eje, tal y como explica Michel Meyer: «Hubo un punto de inflexión en los ochenta que permitió a la mujer cortarse el pelo en la peluquería y salir con la cabeza mojada. Desde entonces, no ha habido vuelta atrás. El corte otorga libertad a una mujer que dispone de menos tiempo para dedicar a su belleza. Se trata de buscar un equilibrio entre la estética y la comodidad», subraya. Para ello propone el estilo Easy Going, donde se impone un corte cómodo y natural que permite prescindir de brushings agresivos, tenacillas, rulos y, en definitiva, de todo aquello que daña la propia naturaleza del cabello.
Desde Dessange Paris apuestan por el corte carré (corto en la nuca y largo por delante -lo hemos visto en Victoria Beckham-) como peinado estrella. «Llega desfilado y enmarcando el rostro. La línea del flequillo cobra todo el protagonismo y, sea largo o corto, ofrece mucho juego a este tipo de cortes», explica Eduardo Sánchez, director de los salones de la firma en Madrid.

UN ESTILO MUY FAVORECEDOR
El cabello corto aporta a la imagen un aire desenfadado, atrevido y gracioso. Además, las opciones de peinado que ofrece se multiplican gracias a los productos de acabado que existen actualmente en el mercado: serums, ceras, geles de diferentes fijaciones, lacas o espumas nos permiten crear distintos looks que se mueven entre la naturalidad y la sofisticación. «Cuenta con la ventaja de ser un estilo que favorece casi siempre, aunque, además del rostro, también debemos tener presente la forma del cráneo, el nacimiento del cabello en la frente, patillas y nuca y, por supuesto, la calidad y la forma del cabello», sugiere Eduardo Sánchez, de los salones Dessange. Orlando Pita, de L'Oréal Paris, hace hincapié en esta recomendación: «Lo importante es adaptar el corte a los propios rasgos, controlando la longitud, los mechones y los flequillos». En este sentido, el experto de Dessange recuerda que el peluquero siempre se encarga de realizar un estudio previo de lo que desea la persona, así como de lo que puede conseguir. Por eso, según sus palabras, «los riesgos son siempre razonables».
Si bien es cierto que el corte «a lo chico» necesita menos cuidados cosméticos que una melena larga, sí que resulta necesario llevar una mayor continuidad en el corte. «Revisarlo cada mes y medio y mantener el cuero cabelludo fortalecido son dos buenas medidas para su cuidado», recomienda Sánchez.
Fuente: marie-claire.es
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